DUBROVNIK, DAY AND NIGHT

Y os sigo contando mi viaje por Croacia, aunque lo iré intercalando con otras entradas como la que os estoy preparando sobre una de las ofertas de ocio que ofrecen las noches sevillanas: "Noches en los Jardines del Real Alcázar".

A Dubrovnik llegamos de noche. Los 24º que marcaba el termómetro prometían unas temperaturas más agradables que las que habíamos sufrido todo el viaje. ¡Falso! Solo tuvimos que esperar al día siguiente para comprobarlo. Definitivamente Croacia no es un destino de verano.

Obviously, mis rebecas y blazers no saldrían de la maleta en todo el viaje.

Dubrovnik es el principal destino turístico de Dalmacia. Quedaba claro, por las multitudes allí concentradas, al cruzar su Puerta de Pile, la entrada más importante por la que se accede al casco antiguo fortificado y que está precedida por un puente de piedra que cruza un foso que ahora es jardín.


La otra entrada a la ciudad es la Puerta de Ploce (por la que pasamos de noche) que da a un pequeño puerto. Desde donde de día se divisa la imagen de arriba.

Rincones emblemáticos de Dubrovnik son: la fuente grande de Onorio que corona la calle principal, Stradun, antes un canal pantanoso que cubrieron para hacerlo transitable y así agrandar la city.

A su izquierda, la subida a las murallas, el Monasterio Franciscano, con la farmacia en funcionamiento más antigua de Europa (1317) y la Iglesia de San Salvador, con fachada renacentista veneciana dálmata.

Por la Stradun o calle principal, te tienes que ir desviando a izquierda y derecha para visitar:

El Museo Word Photo Limited en c/ Antunniska. Imágenes testigo de la guerra en el mundo -incluida la ocurrida en la antigua Yugoslavia. Interesante pero aterrador.

En la c/ Zudioska está la sinagoga judia con museo incluido.
A la izquierda de la Stradun es interesante entrar en la Iglesia Ortodoxa. Un escenario religioso icónico muy particular -pero ni una foto porque está prohibido!-

Y rematando la arteria principal, a los pies de la Plaza de la Logia, el Palacio de Sponza del s.XIV,

la Iglesia de San Blas y hacia la derecha, el Palacio del Gobernador y la Catedral, con su altar presidido por La Asunción de Tziano (1552) y los restos mortales (encerados) de este santo,

que creo que es lo más espectacular -¿o espeluznante?- del interior del recinto.

Pero si lo que te apetece es navegar, su puerto ofrece rutas marítimas alrededor de la isla.

Las vistas son divinas.

Ya de vuelta del paseíto en barco, me paré en una tienda a la que le había echado el ojo durante la jornada y para la que me estaba reservando una visita.

Conocéis la firma Michal Negrin? Es... diferente. La diseñadora es de origen judío y crea unos objetos increíbles.

Yo me traje este colgante. Os dejo un video del "Mundo Negrin". Absolutamente mágico.

A mi, personalmente, la ciudad me gusta más de noche porque hay menos gente -los guiris han embarcado ya en sus cruceros- los baretos ofrecen música en directo y las temperaturas bajan.

Outfit: vestido El Corte Inglés, bolso El Potro, Zapatos Mango 

Y despues de ver las fotos, qué opináis de Dubrovnik ¿Día o noche?

Próximo destino... Sibenik. Pero antes la magia de... "Las Noches en los Jardines del Real Alcázar de Sevilla"

Fotos: David Sánchez Núñez