Pärnu, last place to visit before returning to Seville

Aunque subo esta entrada desde Silves, Portugal, no quería dejar en el tintero the last place to visit de nuestras vacaciones por el norte de Europa. Pärnu, Estonia, pequeña pero intensa. Llena de rincones alucinantes como esta Iglesia Ortodoxa que me llegó a sorprender, aún después de ver tantas por esas tierras.

Su calle Nikolai la vertebra, encontrándose en ella el Ayuntamiento, la Iglesia Ortodoxa, la luterana y numerosas tiendas y bares muy coquetos.

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La otra iglesia que adorna la calle tiene un impresionante órgano por el que los visitantes gustan entrar en el templo y deleitarse en semejante estructura.

Arriba, está la puerta de entrada a la ciudad que aún se conserva. A pesar de que su muralla pasó a mejor vida.

Y la mansión señorial que a principios del siglo pasado le construyó un rico comerciante a su hija, como regalo de bodas y que actualmente es un hotel.

Además, Pärnu es una ciudad en la que las actividades culturales son protagonistas. La Casa de los Artistas, la Galería, su Museo... "Pequeñita pero matona", como diríamos por aquí.

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Y para colmo tiene hasta playa. Una inmensa playa que me recordaba a las andaluzas de Huelva, extensas e infinitas.

Lo malo es la temperatura que no invita al baño pero sí a pasear o descansar en una tumbona como hacía el personal que encontramos por allí.

Y esa fue la guinda de nuestro gran pastel de viajes este verano. Ahora estoy en el Algarve Portugués donde el paisaje ha cambiado por completo y desde el que mañana, si la conexión a Internet, que voy secuestrando de los bares de la costa, me lo permite.

Fotos: David Sánchez Núñez