Ponte Guap@ Paga Menos en Dublín

Que me perdone Ana Rosa Quintana pero hay una noticia en su última revista que está incompleta y no he podido resistirme al placer de completarla, sobre todo, porque el asunto lo merece y creo que muchos/as de vosotros/as lo vais a agradecer.

Hace dos inviernos visité Dublín, ciudad que os recomiendo por su historia; arquitectura medieval, victoriana y georgiana; ambiente nocturno; gente hospitalaria (no como en Praga que tratan al turista como si fuera basura)... Eso sí, si podéis evitar ir en invierno mejor porque yo fui en diciembre y casi pierdo algún miembro por congelación. ¡Qué frío más horrible hace en esa amable ciudad!-

Aparte de la cerveza Guiness y de ser la tercera ciudad del mundo más cara -por poner un ejemplo de lo que digo, una hora de parking en el centro cuesta 3 euros!!!- Dublín (Baile Atha Cliath), fundada por los vikingos en el s.IX, invita a recorrer a pie sus calles para descubrir los rincones que vieron nacer a grandes políticos e influyentes escritores y artistas.

La ciudad de noche es pura magia, reflejada en su río Liffey, y tiene numerosos espacios de incalculable valor: el Trinity College, fundado por la reina Isabel I en 1591 sobre un monasterio previamente confiscado; múltiples iglesias (San Audeon, Santa María, San Werburgh o San Michany) y tres catedrales: La Catedral Iglesia de Cristo (1083), la Pro Cathedral (s.XIX) y San Patricio (1191), vinculada al autor Jonathan Swift, quien desempeñó el cargo de deán entre los años 1713 y 1754, y cuyos restos mortales reposan en ella; su castillo (1204); o el Four Courts (1786-1802) actual sede de las Cortes Irlandesas, por citar alguno de ellos.

Para empaparse de literatura, Dublín no tiene competencia al ser la cuna de grandes escritores: Jonathan Swift, Oscar Wilde, Sean O´Casey, Bram Stoker, Samuel Lover, por no hablar de los premios Nobel George Bernard Shaw, W.B. Yeats, Samuel Beckett y Seamus Heaney. Todos tienen su sitio en el Museo de los Escritores de Dublín, instalado en una restaurada mansión georgiana.

Imprescindibe visitar la casa natal de James Joyce y la Torre Joyce, el escritor que más se deja sentir en la capital irlandesa, gracias a su obra maestra Ulyses; el Museo Nacional; la Galería Municipal Hugh Lane de Arte Moderno, con maravillosas obras en su interior de Augustus John, Boudin, Corot, Monet o Renoir. 

Y la música. Dublín también es cuna de grandes músicos a los que adoramos, al menos, dos generaciones: The Chieftains, Thin Lizzy, The Cranberries, The Corrs, The Divine Comedy, U2... En los pub (el más antiguo es el Brazen Head de 1668 del que dice la leyenda que en época vikinga fue posada) la gente se junta para disfrutar su tiempo libre, especialmente en la zona de Temple Bar, que cuenta con actuaciones nocturnas de los más prestigiosos DJ´s europeos. En las afueras de Dublín está el pub Johnny Fox´s en Glencullen, Glendalough; el Castillo de Johnstown (imagen de abajo); o el de Kilkenny, digno de ver todo.

Y para buen shopping nos vamos a la arteria principal de la ciudad, O´Connell Street, y también a las calles de Nassau, Grafton, Henry o las zonas de Temple Bar y St. Stephen´s Green. En el mercadillo Mother Redcap´s, podremos encontrar todo tipo de alimentos, libros, ropa y discos. Pero bueno, se me va la olla. No puedo remediarlo es que me encantó Dublín. ¿Cómo no contaros todo ésto?

Pero el motivo de este post era hablaros de Primark, que era de lo que se escribía en la revista de abril de AR y que me gustaría completaros con pelos y señales... pero mañana. Que este post no da para más.