Baños árabes 'Aire de Sevilla'. Placeres cotidianos.

Estamos en la calle sevillana Aire, la misma en la que hace mucho tiempo vivió el escritor Luis Cernuda. Pero no os voy a hablar de literatura. Hoy vamos a relajarnos en los baños árabes 'Aire de Sevilla'. Os voy a presentar un lugar que hay en mi ciudad al que tenéis que ir si pasáis por aquí. Os aseguro que la experiencia os va a encantar y saldréis renovados y con ganas de volver... pronto.

Hacía tiempo que tenía pendiente esta visita. Aunque ya he ido un par de veces anteriormente, cualquier oportunidad es buena para repetir y yo tenía unas tarjetas-regalo pendientes de usar por cortesía de Raquel Revuelta cuando presentó en 'Aire de Sevilla' su revista SURREALISTA MODA FLAMENCA.

Así que ahí me tenéis, entrando en un antiguo bañuelo árabe (Hammam) con vestigios romanos ubicado en pleno barrio de Santa Cruz sobre los que un Virrey de las Indias construyó en el siglo XVI una Casa Palacio de 1200 metros.

Ahora se ha convertido en un lugar de peregrinación para los amantes de lo placentero. Para quienes desean hacer un alto en el camino y disfrutar de lo que nuestros antepasados ya consideraban un 'momento 10' en el que los sentidos se dejan envolver por aromas de sándalo y aceites.

Lo primero que tendréis que hacer es pasar por vestuarios para dejar en taquilla vuestros objetos personales y poneros el traje de baño. Os aconsejo que os llevéis un pequeño neceser con cosméticos y maquillajes que os permitan poneros a punto cuando terminéis la sesión relax que os ofrecen los baños árabes. Yo aproveché para probar el acondicionador que me regaló la tienda LUSH que abrió recientemente en Sevilla y cuya inauguración os conté aquí: LUSH COSMETICS OPENED A SHOP IN SEVILLE -at last!

El recorrido incluye varias salas de aguas en grandes estancias con luz tenue, azulejos árabes y lámparas de bronce. Tienen una terma de agua salada, una Sala de Mil Chorros y un Hammam. La sensación más interesante se consigue en la sala de aguas con termas a diferentes temperaturas: templada (a 36º), caliente (a 40º) y fría (a 16º). Y en su salón de baño siempre hay infusiones, agua, pastas y frutas frescas, para que tu estómago también se deleite con la experiencia.

Los grupos son reducidos para disfrutar plenamente de los servicios que te ofrecen y una música de fondo ambiental asegura la paz y el aislamiento de otro ruidos que no sean los que te lleven a centrarte en el presente que estás viviendo. También tienen una enorme piscina de agua salada, sauna y jacuzzi con multitud de chorros que masajearén todo tu cuerpo.

Yo salí super relajada. Como flotando. En la calle todo lo veía más nítido. Me fijaba más en los detalles. Saboreaba las calles y esto fue lo que ví en mi recorrido de vuelta a casa.

Y este fue el outfit que escogí para la ocasión. Algo sencillo pero favorecedor.

Jeans H&M

Zapatos Blanco

Camiseta, gafas de sol y mochila Primark

Rebeca Zara

Fotos: David Sánchez Núñez y Aire de Sevilla