CORPUS CHRIST AND SPANISH TRADITIONS

 

Al ver esta imagen ¿dónde diríais que estoy? Parece un palacio italiano por el estilo renacentista ¿verdad? Se trata de la La Casa Pilatos, una mezcla de estilos mozárabe-renacentista que os mostraré en mi próximo post para que disfrutéis de tan deslumbrante exposición de maestría arquitectónica, como ya lo hice yo.

Pero seguimos con la adivinanza. ¿Dónde estoy? Si os fijais en el campanario que asoma por entre los árboles, ya tenéis la respuesta. Desde luego que en Italia no. Palmeras que la abrigan y una majestuosa estatua que la corona, representando el triunfo de la fe. Una mujer con vestimenta clásica romana que lleva en una mano un escudo y en la otra una palma. Actualmente se la conoce como "La Giganta" -será porque pesa 2000 kilogramos y mide 4 metros de altura!  

Ahora se ve mejor, más cerca, ya no creo que haya duda de qué ciudad se trata. Pues sí, otra vez es Sevilla. Ahora el jueves del Corpus.

La primavera es la estación idónea para visitar la ciudad del Guadalquivir, especialmente porque las temperaturas son ideales -ni frío ni calor, bueno, ni excesivo calor- y porque es cuando se le toma el pulso más claramente. Sus calles se visten de tradiciones mil y el turista, curioso, asiste a un espectáculo de luz, aroma y color, intenso, muy intenso.

Y a veces extraño, incluso incoherente o inexplicable, que aturde, despista, deja mudo de asombro. Porque en estos meses de primavera es común, ir paseando por la ciudad y encontrarte con un paso que porta una imagen religiosa, al doblar una esquina, por ejemplo.

Y con él, toda la parafernalia que le sigue: niños que portan enormes cirios; monaguillos vestidos con túnicas doradas cargados con cruces, misales, inciensos que aromatizan el aire por donde pasan; penitentes o simples fieles con los cordones, de la hermandad correspondiente, colgando del cuello. Todo un protocolo religioso del que, o formas partes, o eres testigo mortal.

Y en las cercanías del espectáculo, calles que son el refugio del viandante cansado, sediento, que quiere escaparse del bullicio, que busca el anonimato y el refresco de un aperitivo con hielo. Aunque solo sea por unos instantes, para luego volver al espectáculo.

Terracitas protegidas con sombrillas. Mesas adornadas con tinto de verano, cerveza Cruzcampo, aceitunas, altramuces y otras tapas. Agua, mucha agua fresquita para aminorar los efectos de esos 37 grados que amenazan con superarse a medida que va pasando la mañana.

Y mientras te refrescas sentado, protegido de la intemperie bajo el auxilio de la sombra, miras hacia arriba, donde torres y campanarios -asados por el sol- te mirarán, celosos de tu suerte.

Así estaba Sevilla el día del Corpus. Cubierta de toldos, ramas de romero y pétalos de rosas.

El Ayuntamiento, de estilo plateresco, engalanado con las banderas del NODO al igual que otras calles del centro. ¿Queréis conocer la leyenda del NODO? Pinchad aquí.


Todos mirábamos hacia el Ayuntamiento, algunos con cámara en mano ¿Qué creéis que había allí?

Se trataba de la imagen de la Hiniesta Gloriosa. Estampas de la España católica que llaman la atención, en algunos casos con aprobación, en otros con rechazo.

Y la Giralda, observándolo todo. Abanderada a izquierda, por la andaluza, a derecha, por la española.

¡Divina Giralda!

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Esto se acabó!!!: medias tupidas, chaquetas, fulares... El calor aprieta y el ropero se va despejando.

Bolso Blanco

Zapatos italianos en tienda Campillo de Sevilla

Shorts Zara

Chaqueta Cortefiel

Blusa Massimo Dutti

Collar El Corte Inglés

Gafas, anillo Primark

Shorts Mango

Blusa, zapatos, medias Blanco

Cartera Massimo Dutti

Scarf Cortefiel

Vestido, colgante Mango

Aros, medias, zapatos Blanco

Rebeca Massimo Dutti

Anillo Dayaday

Pulseras Primark

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Ahora, con el calorcillo, mejor así:

Blusa Blanco

Shorts HyM

Bolso Nice Things

Cuñas esparto Castañer

Y el abanico que no falte...