Cambridge vs Venice –in spite of CAM river

Finally we changed our journey for that day. La mañana amaneció muy nublada y pensamos que no era el día adecuado para asomarse a los acantilados de Dover. Allí se tarda mucho en llegar a los sitios. Entre que no puedes ir a más de 70 millas (113 km) y los frecuentes atascos, las distancias se alargan



A propósito de autopistas, carreteras y coches. Allí ocurre con los coches como con las firmas de moda. Ves marcas y modelos que en España ni por asomo – o al menos en el sur de Spain-. Pongamos ejemplos.



¿Os acordáis del Ford Capri de Starsky and Hutch? Pues allí lo ví.



Los minis se encuentran de todos los colores, tamaños y series;



motos poderosas de 3 ruedas; Rolls-Royce de más de 50 millones de las antiguas pesetas; Ferrari; Bentley… Para no aburrirte mientras conduces, vamos.



Que yo, entre vehículos varios + paisajes + Elle UK no descansé la vista entre city and city. Por cierto, que ojeando la revista he descubierto marcas que no conocía: Warehouse, Radley, Rokit u Office, entre otras. La ciudad de Cambridge está repleta de ciclistas que corren por sus calles y parques a velocidades insólitas.



Como insólitas me resultaron las numerosas barcazas o bateas que transitan por su río Cam, sin rumbo ni coherencia logística alguna, que se chocaban entre sí bajo riesgo de caída al agua



mientras que sus sailors saludaban a quienes asomaban por sus coquetos puentes.



El Mathematical Bridge une con sus maderas las dos partes del Queen´s College. Al otro lado del Clare Bridge hay una vista preciosa de King´s College y lo must es el Kitchen Bridge desde el que se puede contemplar –yo diría admirar con la boquita abierta- el Puente de los Suspiros,







en St. John´s College, construido en 1831 y nombrado después como su homónimo veneciano.

Otros adorables rincones de la ciudad son el reloj de la iglesia oficial de la Universidad, la Great St.Mary´s Church o los interiores del King´s College

y del Queen´s College, con sus patios Tudor



Otra ciudad en nuestro itinerario, maravillosa, sin duda.




Fotos: David Sánchez