Procedente de Estambul, esta exposición reúne unas 100 piezas de los grandes maestros del arte de la caligrafía desde el s. XV al XX y esta abierta hasta el mes de junio. Esta vez, el Alcázar nos pasea por el pasado del mundo de las letras a través de la exposición "Líneas en oro. Caligrafía otomana" cuyas obras proceden del Museo Sakip Sabanci de Estambul.
Se trata de piezas de un valor incalculable: Coranes manuscritos, pinturas otomanas, documentos oficiales, libros de oración, paneles epigráficos, álbumes caligráficos o libros de ejercicios. 500 años de caligrafía recogidos en la muestra de un arte que cultivaban los propios sultanes y que alcanzó su época álgida a mitad del s.XV, justo cuando Constantinopla dejó de llamarse así para ser Estambul, por obra y gracia de sus conquistadores otomanos.
Desde entonces, y a pesar de la existencia de distintos estilos de caligrafía, las normas de equilibrio y armonía se han ido transmitiendo de maestro a discípulo en Turquía a lo largo de las generaciones, como parte de una disciplina que rebosa elegancia. Muestra de ello son los cursos de caligrafía islámica que imparte la Universidad Sabanci para evitar que esta disciplina se pierda.
Antes que aquí, en España únicamente se ha podido disfrutar de la exposición en la Real Academia de San Fernando de Madrid, hasta marzo de este año que partió camino a los Reales Alcázares de Sevilla, un contexto único, donde cohabitan en perfecta comunión, el arte y la vida islámicas.
Esta es una ocasión única para perderse en los numerosos jardines y dependencias de este Palacio que tomó su aspecto actual tras la conquista de Sevilla por los árabes allá por el año 713, y que sirvió de vivienda para sus príncipes y reyes. Al principio sólo era un grupo de palacios que se extendían desde la Plaza del Triunfo hasta el Barrio Santa Cruz y, con el paso del tiempo, pasó a fortificarse añadiendo estancias, patios y palacios como el de las Bendiciones y dando como resultado zonas emblemáticas como los Baños de María de Padilla, la Capilla o el Salón de Carlos V.
Tras la reconquista en 1248 el recinto se convirtió en la casa del rey cristiano Fernando III. Desde entonces es costumbre que los sucesivos monarcas españoles se hospeden allí cuando visitan la ciudad. Siglos cargados de historia y leyendas, teniendo como protagonista el testigo de personajes respetados y temidos como Alfonso X el Sabio, que mandó construir tres salones góticos; Pedro I el Cruel, artífice de su rico aspecto mudéjar en la figura del primer palacio que un rey castellano se hacía construir fuera de los muros de un castillo; Carlos I e Isabel de Portugal, que contrajeron allí sus nupcias; o Alfonso XIII, por citar algunos. Todos ellos promotores de nuevas construcciones y reformas que han dado como resultado el Alcázar que conocemos hoy, repleto de rincones donde dejarte acunar por siglos de Historia.
Se trata de piezas de un valor incalculable: Coranes manuscritos, pinturas otomanas, documentos oficiales, libros de oración, paneles epigráficos, álbumes caligráficos o libros de ejercicios. 500 años de caligrafía recogidos en la muestra de un arte que cultivaban los propios sultanes y que alcanzó su época álgida a mitad del s.XV, justo cuando Constantinopla dejó de llamarse así para ser Estambul, por obra y gracia de sus conquistadores otomanos.
Desde entonces, y a pesar de la existencia de distintos estilos de caligrafía, las normas de equilibrio y armonía se han ido transmitiendo de maestro a discípulo en Turquía a lo largo de las generaciones, como parte de una disciplina que rebosa elegancia. Muestra de ello son los cursos de caligrafía islámica que imparte la Universidad Sabanci para evitar que esta disciplina se pierda.
Antes que aquí, en España únicamente se ha podido disfrutar de la exposición en la Real Academia de San Fernando de Madrid, hasta marzo de este año que partió camino a los Reales Alcázares de Sevilla, un contexto único, donde cohabitan en perfecta comunión, el arte y la vida islámicas.
Esta es una ocasión única para perderse en los numerosos jardines y dependencias de este Palacio que tomó su aspecto actual tras la conquista de Sevilla por los árabes allá por el año 713, y que sirvió de vivienda para sus príncipes y reyes. Al principio sólo era un grupo de palacios que se extendían desde la Plaza del Triunfo hasta el Barrio Santa Cruz y, con el paso del tiempo, pasó a fortificarse añadiendo estancias, patios y palacios como el de las Bendiciones y dando como resultado zonas emblemáticas como los Baños de María de Padilla, la Capilla o el Salón de Carlos V.
Tras la reconquista en 1248 el recinto se convirtió en la casa del rey cristiano Fernando III. Desde entonces es costumbre que los sucesivos monarcas españoles se hospeden allí cuando visitan la ciudad. Siglos cargados de historia y leyendas, teniendo como protagonista el testigo de personajes respetados y temidos como Alfonso X el Sabio, que mandó construir tres salones góticos; Pedro I el Cruel, artífice de su rico aspecto mudéjar en la figura del primer palacio que un rey castellano se hacía construir fuera de los muros de un castillo; Carlos I e Isabel de Portugal, que contrajeron allí sus nupcias; o Alfonso XIII, por citar algunos. Todos ellos promotores de nuevas construcciones y reformas que han dado como resultado el Alcázar que conocemos hoy, repleto de rincones donde dejarte acunar por siglos de Historia.
EXPOSICIÓN LÍNEAS EN ORO. CALIGRAFÍA OTOMANA
Hasta el 9 de junio en las Salas del Almirante.
De martes a sábados desde las 9.30 hasta las 19.00 hrs.
Domingos y festivos de 9.30 a 17.00 h.
Entrada por la Puerta del León.
Hasta el 9 de junio en las Salas del Almirante.
De martes a sábados desde las 9.30 hasta las 19.00 hrs.
Domingos y festivos de 9.30 a 17.00 h.
Entrada por la Puerta del León.
Y ya que estás en Los Alcázares, te sugiero que visites la Muestra "Sevilla artística y monumental, 1857-1880", que presenta 78 de las más de 400 imágenes que el francés Jean Laurent tomó de Sevilla en los cinco viajes que realizó a esta ciudad, entre 1857 y 1880. En colaboración con el Instituto del Patrimonio Histórico Español del Ministerio de Cultura, los Reales Alcázares recoge esta exposición desde el 21 de mayo hasta el 17 de agosto.
La Alameda de Hércules en 1876
Las imágenes proceden todas del archivo Ruiz Vernacci (IPHE-Ministerio de Cultura) y reflejan la belleza artística y monumental de la capital andaluza a través de sus edificios más singulares: Giralda y Catedral, Alcázar, Casa de Pilatos, Torre del Oro, iglesias y otros monumentos. Además, son un testimonio de los cambios que en esos años marcaron el inicio de la modernización urbanística de Sevilla.
Exposición "Sevilla artística y monumental, 1857-1880"
Fotografías de Jean Laurent.
Del 27 de mayo al 17 de agosto de 2008.
De martes a sábado, de 09.30 a 19.00 h.
Domingos y festivos de 09.30 a 17.00 h.
Acceso gratuito por la Puerta del Apeadero (Patio de Banderas)
Fotografías de Jean Laurent.
Del 27 de mayo al 17 de agosto de 2008.
De martes a sábado, de 09.30 a 19.00 h.
Domingos y festivos de 09.30 a 17.00 h.
Acceso gratuito por la Puerta del Apeadero (Patio de Banderas)
1 comentario :
Este es el post que envié a la susodicha empresa y que nunca se llegó a publicar. Os lo dedico a todas vosotras/os mis lectoras/es.
Bss
;-)
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